En el norte de la ciudad, el plato brilla en un menú que fusiona bodegón y cocina gourmet

Ubicado en el extremo norte de la Ciudad de Buenos Aires, en el tradicional club Belgrano, el restaurante La Casona de Belgrano tiene muy claro su horizonte, “no somos un bodegón, no somos un restaurante gourmet: somos lo mejor de los dos”. Una cocina cuya propuesta se centra en las carnes y pastas, con porciones generosas y sabores únicos. El plato más pedido y viralizado del restaurante, es el Osobuco del Rey.
La Casona de Belgrano se encuentra en Arribeños 1701 y abre sus puertas de martes a sábados de 20 a 23.30hs. Bajo la dirección del chef y parrillero Miguel Ángel Sosa, el restaurante volvió abrir su cocina después de la pandemia, pero con una propuesta más ambiciosa, alejándose de la cocina tradicional de los clubes, enfocando su propuesta en carnes y pastas, de porciones generosas y sabores que perduren en los paladares.
“Tuve experiencia en clubes más enfocados en lo deportivo pero por el movimiento no te permiten poner el foco en el detalle como acá. Pretendo que vengan a sentir texturas, sabores diferentes que no sean los que sienten en su casa, pero tampoco que sea una degustación”, explicó el chef Miguel Ángel Sosa en una entrevista en Clarín.
Miguel Angel cocinó en hoteles internacionales, trabajó en Barcelona como asistente en el área de A&B del Hotel La Mola; capitán de Banquetes en el Hotel Arts Barcelona, y maitre en el Restaurante del Gran Hotel Balneario Blancafort. y fue gerente de operaciones y manager de franquicias de La Cabrera. También lleva adelante los restaurantes de La Casona de Retiro y 1980 Parrilla de culto en la zona Hurlingham.

Un recorrido por la cocina del club
La propuesta del menú tiene opciones para todos los comensales, pero claramente la especialidad de la casa son las carnes asadas y las pastas. Por ejemplo entre las variedad de Entradas, se destacan: empanadas de ternera braseada con hongos y cebolla confitada; Tortilla de papa y emulsión de chorizo, Croquetas de espinaca y alioli, falafel y salsa de yogurt; Rabas con crema y lima y la Burrata con palta, pesto y cherrys confitados.
Entre los principales está el Matambrito de cerdo tiernizado con cremoso de batata y miel;pesca del día; Pamplona de pollo con morrones asados, panceta, muzzarella y papas rústicas; Tournedo de lomo y gremolata con risotto; Ojo de bife en salmuera de malbec y rub de café con vegetales; Bife de chorizo madurado 35 días con verdes y rústicas y por supuesto el Osobuco del Rey con cremoso de papas, para compartir.
Para los amantes de las pastas, la carta ofrece Fetuchinnis de espinaca a la Scarparo; Raviolon de cordero en su jugo; Lasagna de vegetales y ternera con tomate de la nona y Sorrentinos de calabaza y queso crema. Entre las minutas hay Pizza de margarita en masa madre, Empanadas, Milanesa de bife de chorizo, Hamburguesas y Pollo grillado.
Entre los Postres, hay opciones más acotadas pero muy ricas: americana con frutos rojos, cheesecke, tiramisú, brownie irlandes con helado de crema americana y el más pedido por los comensales el Flan familiar con dulce (para compartir).

El Osobuco del Rey de La Casona de Belgrano
En la Casona de Belgrano el plato más pedido, fotografiado y sensación es el Osobuco del Rey. Viralizado en las redes de la mano de los socios, comensales e influencers foodies. Su atractiva presentación no es solo visual, este manjar se distingue por su delicioso sabor, su ternura y la armoniosa combinación de sus jugos con el puré cremoso. Un deleite culinario que ha conquistado paladares y pantallas por igual.
Se sirve la pieza entera de dos kilos y medio. Para su cocción se adoba con condimentos especiales (secreto del chef), luego se dora a la parrilla y se termina al horno con fondo de carne y vino tinto durante seis horas. Se sirve en una paellera, con puré especiado y una jarrita con la salsa de cocción. “Tres comparten y comen bien. Y se llevan el hueso para que juegue el perro”, aclara el Chef.
“Mi cocina se caracteriza por jugar con las texturas y sabores conocidos, presentándolos en diferentes formas. Aunque me inclino por una cocina gourmet o de vanguardia, no me agrada la idea de servir porciones pequeñas. Por eso, me gusta decir que no somos ni un bodegón ni un restaurante gourmet, sino una combinación de ambos”, continúa explicado el Chef.
A más de 115 años de su fundación, el Club Belgrano continua siendo una pujante institución social y deportiva del barrio, sumando el restaurante como un espacio para disfrutar en familia y amigos. Un restaurante que crece a base de su cocina y de esa estrella fulgurante, que deja a todos contentos, llenos y con ganas de repetir otra vez la experiencia. ¡Larga vida al Rey Osobuco!

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