Descubrí los mejores restaurantes para comer en las arboladas calles de City Bell
A pocos minutos de La Plata, la pintoresca localidad de City Bell experimenta una época dorada marcada por la llegada de cafeterías especializadas, cervecerías artesanales, tiendas de deco y restaurantes que presentan propuestas gastronómicas bajo la dirección de una joven camada de chefs. Estos nuevos restaurantes ofrecen una cocina local, auténtica, saludable y de autor que ha revitalizado la escena culinaria del lugar.
En Manjar los invitamos a leer nuestra Guía “Los 5 mejores lugares para comer en City Bell“, para descubrir una zona con una oferta gastronómica en constante crecimiento.
Paesano
13A esquina 473bis
La verdadera pizza napolitana nació en Nápoles alrededor del año 1889 y más concretamente, en las cocinas de la pizzería Brandi. Allí su chef, Raffaele Esposito, decidió crear una pizza tricolor en honor a la bandera del país para la reina del imperio Italiano, Margarita de Saboya. La fórmula no podía ser más elemental, tomate, mozzarella y albahaca. Paesano vuelve a la tradición y a las raíces de esta humilde y sencilla receta italiana de más de 200 años que hoy sigue siendo un hit.
La clave está en la autenticidad y calidad de sus ingredientes: harina 00, levadura, sal y agua para la masa. Salsa de tomate San Marzano Dop, Fior di latte o muzzarella di búfala, aceita de oliva y albahaca.
La cocina también ofrece platos del día como pasta Conchiglie con crema de brócoli y almendras; risotto de tomates secos y costra de semillas; Maltagliati, polpetini de ave, crema de azafrán y eneldo; Ravioli Di Brasato; Spaghettis con un salteado de almejas, mejillones, langostinos y pomodoro italiano; Spaghetti alla Carbonara, lasagna a la bolognesa; cordero braseado con emulsión de zanahoria, entre muchos más.
La auténtica cocina italiana cobra vida en una casona histórica de City Bell, un espacio colorido, amplio y luminoso.
Volga
474 13c y diag 3
El nuevo local de Volga celebra su primer aniversario, pero los vecinos de City Bell saben que la historia de Volga tiene sus raíces algunos años antes, con mudanzas de por medio por el barrio, siempre manteniendo vigentes sus recetas de entrepanes. Allí donde va, los clientes lo siguen. Ahora establecidos en su nuevo espacio en la calle 474, en una casa clásica de la zona, Volga se presenta como un lugar de encuentro acogedor, donde te hacen sentir como en casa. Es el espacio ideal para relajarse y disfrutar de sus jugos naturales y variadas propuestas de sándwiches.
Hay muchísima variedad, opciones vegetarianas y veganas, además tienen ensaladas, wraps, y café de especialidad con pastelería para la merienda. En Volga lo llaman Entrepanes, porque al fin y al cabo es eso: fiambres, carnes, vegetales y quesos entre panes caseros y frescos. Cuentan con más de 15 variedades, donde se destacan: Palta Corazón (queso crema, espinaca, palta, tomate y queso); Salmón (queso crema con hierbas y rúcula); Volga (queso crema, repollo colorado, tomate, pepinos y leberwurst); Mortadela con pistachos (pasta de albahacas, queso, tomates secos y rúcula); Carne (ternera braseada con vegetales, mostaza antigua, rúcula y encurtidos); Atún (con mayonesa, lechuga y tomate).
Para picar hay cazuela de chipá, pan tumaka (pan tostado con ajo y tomate rallado), croissant Mafalda (con jamón y queso). Muy ricos también los Wrpas veganos y de carne desmenuzada. Hay jugos naturales como el Quique (pomelo, limón y manzana verde), Celia (zanahoria, manzana, naranja y jengibre), Lía (remolacha, naranja y manzana roja).
Volga un lugar de encuentro en el corazón de City bell, para disfrutar los mediodías y la merienda comiendo saludable en un entorno cálido y amigable.
Boteco
3b N226. Local 4. Casi esquina 473bis
Boteco, inaugurado a mediados de 2022, se presenta como un rincón auténtico de la gastronomía brasileña en pleno corazón de City Bell. Su fundadora, Rafaela Pinto, comparte los sabores auténticos de su tierra natal, brindando una experiencia culinaria de los mejores platos cariocas en un ambiente cálido y acogedor. Aunque el salón de Boteco es pequeño, con capacidad para 20 comensales, durante la primavera y el verano aprovechan para colocar mesas en el patio. Dependiendo del día, incluso ofrecen música brasileña en vivo para acompañar la experiencia gastronómica.
Un recorrido de la propuesta de su cocina, nos lleva a probar: Coxinha (croquetas de pollo), Isca de Peixe (mini filetes de pescado, rebozado con harina de garbanzo y frito), Tapioca de hongos (crepe de fécula de mandioca, relleno con hongos, cebolla y queso), Tapioca de bondiola (crepe de fécula de mandioca relleno con bondiola braseada), Samba Verdeamarela (fideos de zucchini, rúcula, lechuga morada, palmito, garrapiñada de castaña y pedacitos de mango), Ensalada Tropical (tomates cherrys, porotos pallares, pepino y aceitunas negras), Sabores de mar (langostinos, cubiertos con harina de tapioca y salsa especial). Se pueden pedir clásicos como la Feijoada (guiso con porotos negros, zanahoria, champiñones, cabutia, arroz, farofa y naranja). También sirven Moqueqa de Peixe (guisado con pez pollo con aceite de dende, leche de coco, morrones y cebollas, coronado con un langostino) y Picanha na Chapa (tapa de cuadril a la plancha con mandiocas fritas, farofa y salsa criolla).
Entre los dulces brillan los postres de Euforia de Cacao (mousse de chocolate con naranjas), Manjar Branco (panacota de leche de coco y leche condensada con salsas de fruta de estación), Brigadeiro (tipo trufa de leche condensada y chocolate amargo) y Beijinho (trufa de leche condensada y coco). También cuenta con una amplia variedad de vinos blancos, rosados, tintos y espumantes. Infaltable para coronar la noche una Caipirinha (Cachaça Velho Barreiro, lima y azúcar), Caipiroska (Vodka, lima y azúcar) y Mojito Samba (Ron Bacardi Oro, lima, cordial de mango, menta, soda).
Rafaela logra una fusión de dos culturas que genera sensaciones nuevas. Brasil es su herencia, su infancia, su sentir, y lo transmite con cada rinconcito, cada canción y cada inolvidable plato.
Monroyo Bistró
473 bis entre 14 b y 14 c
Cuando Monroyo Bistró abrió sus puertas la expectativa de la unión de dos grandes chef de la ciudad como Gonzalo Benavides y Javier Nohaczewski era enorme. Pasados tres años, Monroyo se ha consolidado como un destino obligatorio en el circuito gourmet de la ciudad. Dos amigos cocineros que encontraron un local perfecto en City Bell, para dar rienda suelta a su experiencia, creatividad y armar un menú que fusiona la alta cocina con productos de estación y locales. El nombre del restaurant, proviene de Monroyo, un pueblo soñado de España, con casas de piedra y enormes paisajes de campo.
“Conozco a Gonzalo desde 1999, empezamos casi juntos. Trabajamos en 4 restaurantes juntos. Nos fuimos del país, volvimos y siempre hemos estado unidos por la cocina. Estoy junto a él en Café Urquiza desde antes de su apertura. Cuando me propuso iniciar juntos el proyecto de Monroyo ni lo dudé. Es la cocina con la que nos identificamos los que estudiamos cocina, los que amamos la cocina. Cuando salí de la escuela del Gato Dumas soñaba con trabajar en un lugar como Monroyo”, chef Javier Nohaczewski.
El menú empieza con unas entradas con espárragos con panceta, huevos y almendras; langostinos al ajillo con lima; hummus de garbanzo, ajo asado y olivas negras y empanadas de roast beef braseado con pico de gallo. Entre los principales, ravioles de cabutia con queso de cabra y crema de espinacas; sorrentinos negros de salmón con crema de camarones, limón y eneldo. Entre las carnes, platos como milanesa de bife de chorizo con panceta y tomate asado; ojo de bife con cake de papas y queso de cabra. Para los amantes de los pescados, hay una gran variedad con risotto de cabutia asada, queso azul y chips de pera; abadejo con vegetales de estación; cazuela de langostinos, vieiras, mejillones y calamares; arroz con mariscos, leche de tigre y cilantro. Imperdibles los postres de pera a la menta con chocolate amargo y panacotta, crema cocida y frutillas.
Monroyo Bistró es historia compartida: un pasado, un presente y un futuro compartiendo los fuegos de dos grandes cocineros. Su lema es “Cocinamos como nos gustaría que nos cocinen”. Y vaya si lo logran.
Rincón Bell
473 N° 1288 (Cantilo esq. 19)
Uno de los lugares más tradicionales de City Bell, un auténtico clásico que, tras un cierre temporal durante la pandemia, ha resurgido con renovada energía. Fundamentado en una sólida trayectoria, este restaurante ofrece una propuesta culinaria ecléctica, desplegando una diversidad de platos y sabores que cautiva a sus comensales, en una fusión entre bodegón y restaurante gourmet. Con porciones abundantes, una carta amplia con productos frescos y de estación en un ambiente muy cálido donde prevalece la madera y ventanales con vidrios de colores.
Para empezar el recorrido por su cocina, de entradas se pueden pedir unas rabas, empanadas de carne con salsa criolla, croquetas de lomo o unos tequeños. Entre los platos principales más pedidos, Pappardeles con Frutos de Mar; Ribs a la BBQ,Sorrentinos de abadejo; Milanesa a la Napolitana; Canelones gratinados de acelga, ricota y queso, con salsa fileto y bechamel; Ñoquis de remolacha rellenos, en salsa de hinojos; Bondiola braseada y Salmón Grillé en salsa teriyaki, acompañado de quinoa y salteado de vegetales. Entre los postres chocotorta, crumble de manzana, helados y flan con dulce de leche.
Un rincón de City Bell, donde los buenos momentos se entrelazan con los sabores que dejan una huella en la memoria de haber vivido un instante único.
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