Tangos, vinos y buen comer
Cruzar esa puertita angosta en la milonga “Lo de Raúl” y sumergirse en el gran salón es como hacer un viaje instantáneo al pasado. Parejas enlazadas, tangos que se enroscan con pasos apretados, y una milonga bien arrabalera que llena el aire. La música fluye, acoplándose a un tango tras otro, mientras las parejas entran y salen del circuito…pero de pronto, la música se desvanece. Un fuelle suspira desde la cima de la barra, sobre una tarima convertida en escenario, donde Raúl Gaggiotti se sienta con su bandoneón, acompañado por su banda. Las notas musicales resuenan y se despliegan sobre el tinglado, invitando a las parejas a retornar al centro de la pista para que sigan milongeando.
“Lo de Raúl” es una milonga tradicional y bodegón popular de la ciudad de La Plata, que se realiza todos los martes y sábados por la noche. Ubicada en el barrio La Loma, en la calle 23 entre 43 y 44. Los martes de milonga, los sábados música romántica, para dar paso a la cumbia y lo tropical.
El salón es amplio y se viste con telas que se deslizan desde los techos, guirnaldas de colores que adornan, y viejos bandoneones silenciados de otros tiempos, fotografías de orquestas, músicos y personajes históricos que han dejado su huella en estas tablas, decoran las paredes, tejiendo un tapiz visual que trasmiten la rica tradición que impregna cada rincón del lugar. Con precios populares el menú ofrece desde pizzas de muzzarella o napolitanas, empanadas de carne, milanesas con papas fritas, canelones de verdura, entre varios platos más. El postre de la casa es el flan mixto de dulce de leche y crema, que hay que probarlo sí o sí. El despacho de bebidas es amplio entre gaseosas, cervezas, vinos y tragos.
En “Lo de Raúl”, la colaboración de toda la familia es evidente en cada rincón del lugar. En los fuegos de la cocina, en la barra de pedidos y los mozos que corren entre las mesas. Todos quieren comer y beber, renovar las energías para lanzarse al ruedo de la pista, marcando cada compás con el ritmo melódico de sus pasos, entrelazando sus movimientos con la cadencia del tango. El ambiente se impregna con ese aire tanguero que detiene el tiempo para volver el instante en un recuerdo inolvidable.
¿Te gustaron las recomendaciones del artículo? Compartí tus opiniones y experiencias en tus redes sociales en Facebook, Instagram o Twitter y ayuda a crecer la comunidad de Manjar Argentina. ¡Tenemos más guías para vos!
Que buen lugar!