Una guía de propuestas para descubrir la cocina coreana
La cocina coreana está de moda en Buenos Aires. De Flores y el microcentro porteño se ha expandido por todos los barrios de la ciudad, a base de una cocina autentica, con sabores picantes y una variedad de restaurantes que buscan sorprender a los comensales con platos tradicionales y contemporáneos con fusiones para todos los paladares. Corea en Buenos Aires, se abrió paso gracias a la constancia de una colectividad que nunca dejo su cultura de lado. A partir de sus cocinas, ahora se han incorporado al circuito porteño platos tradicionales de la gastronomía asiática.
Para repasar la historia, la gastronomia corena ingresa a la Argentina a partir de tres oleadas de inmigraciones. Los primeros coreanos que llegan al país datan del año 1956 y 1957; la inmigración oficial comienza en 1965. El primer grupo que llegó a Argentina lo hizo en barco, arriban 12 hombres solos, prisioneros de guerra, procedentes del Norte, a quienes se les dio la opción de emigrar o regresar a Corea del Norte; de ese modo los que deciden salir del país llegan al puerto de Buenos Aires.
La gran mayoría de coreanos está en la ciudad Buenos Aires, trabajando en la producción textil y venta de indumentaria, en los barrios de Flores y Floresta, lo que se conoce informalmente como el barrio coreano, y que se puede dividirse en dos partes: el más tradicional, en el bajo Flores, alrededor de la calle Carabobo; y el que está en los alrededores del centro comercial de las avenidas Nazca y Avellaneda, el principal polo de la ciudad para la compra de ropa mayorista. Y la cuna de los sabores coreanos más tradicionales, que es donde se origina el boom de restaurantes y despachos que proliferan hoy en día en la ciudad.
En Manjar los invitamos a leer nuestra Guía “Corena en Buenos Aires: los mejores lugares“, para descubrir nuevos restaurantes y una gastronomía que sorprende por sus texturas, sus aromas, picantes y platos de los más variados.
Una canción coreana
Av. Carabobo 1549, Barrio Coreano
La increíble historia detrás del restaurante Una Canción Coreana. Todo comenzó cuando el esposo de Ana, sintió el gran deseo de cumplir los sueños de su esposa de ser actriz y cantante. Fue entonces cuando juntos decidieron abrir un restaurante que fuera una ventana hacia la gastronomía coreana. Una Canción Coreana nace con la intención de ofrecer a los comensales una experiencia única alrededor de la comida. El nombre del restaurante Una canción coreana, proviene de la película documental centrada en Ana y su pasión del canto. Realizada por los directores Yael Tujsnaider y Gustavo Tarrio, el nombre del documental dio pie para el nombre definitivo del lugar.
Auténticos sabores coreanos, platos deliciosos y un ambiente muy acogedor son los pilares de este restaurante que se ha convertido en uno de los referentes de la comunidad coreana. Entre las delicadeces que nos ofrece la cultura coreana, Samgyeopsal es un tipo de gui (plato a la parrilla) tan popular que hasta tiene su propio día especial para celebrarlo. Su nombre significa literalmente “carne de tres capas”, que denota las capas visibles en la carne que se utiliza como ingrediente principal; Bibimbap, se trata de un plato de arroz, verduras, carne y huevo frito y una generosa cantidad de salsa dulce y picante; Dwaeji Galbi, que consiste en un costillar de cerdo marinado agridulce y un poco picante. Su perfil tan rico en sabor se debe a su condimento con salsa de soja, ajo y gochujang y por último no dejar de pedir las empanadas al vapor: empanadas de carne al vapor sin picante (Gogui jjimandu), las tradicionales de Kimchi con cerdo (Jjimandu de kimchi) y además opción vegana, empanadas de Kimchi vegano al vapo
Una canción coreana es uno de esos lugares para ir mil veces, descubrir sus platos tradicionales coreanos preparados con pasión y amor. Desde el picante Kimchi hasta el agridulce Bulgogi, cada bocado despierta nuevos sentidos.
Mr. Ho
Ecuador 1283, Ciudad de Buenos Aires
Como la gran mayoría de los inmigrantes coreanos que se establecieron en Buenos Aires, Martín Ho se dedicó al rubro textil la mayor parte de su vida. Pero una “época mala” lo hizo vender su local comercial mayorista en la avenida Avellaneda y animarse a la gastronomía. En 2014, estudió en el Instituto Mausi Sebess y en 2015 viajó a Seúl a perfeccionarse en la presentación de las comidas. La base de su educación culinaria la obtuvo desde pequeño observando a su madre, que cocinaba “para cuatro o diez familiares con la misma facilidad”. Hay tradición gastronómica en la familia: su hermano Víctor es propietario del famoso restaurante de la colectividad Una canción coreana.
Él llegó a Buenos Aires en 1977, cuando apenas tenía 10 años, y probó diferentes oficios: fue textilero durante un largo tiempo, hasta que se aburrió y empezó a estudiar Gastronomía. Así fue como decidió viajar a Corea para probar nuevos sabores. En 2016 volvió y abrió su propio restaurante, bautizado por sus hijas como Mr. Ho.
Enseguida se generó cierto misticismo a su alrededor, un personaje emergió. Tuvo su show en televisión, “El tío y el sobrino”, en el que Ho y Esteban (su sobrino) recorrían diferentes lugares del país para conocer la gastronomía autóctona y compartir sus conocimientos sobre la cocina coreana.
“Antes el coreano no conocía lo que era la Argentina y el argentino no sabía ni dónde quedaba Corea, solo conocían China y Japón. Con ayuda de las Olimpíadas de 1988, del Mundial de 2002 y ahora con el K-pop, las series de Netflix y las telenovelas coreanas se despertó muchísimo la curiosidad de la gente. Sobre todo con las telenovelas, porque ahí se la pasan comiendo”, dice Martín.
Entre los platos principales se destacan el Bulgogui Deopbab de cerdo en salsa de soja con vegetales y arroz blanco; Jeyuk Deopbab picante de bondiola y vegetales con arroz blanco y vegetales; Ojingo Deopbab saltead picante de calamar con arroz y huevo frito; Dakgalbi salteado de pollo a base de salsa de soja. Mención especial para las sopas picantes a base de carne y verdeo con fideos de batata y el salteado de Tofu con vegetales y arroz blanco. Recomendamos probar las Mandu de Cerdo, que son empanaditas hervidas que se acompañan con una salsa de soja deliciosa.
Mr Ho es un viaje por Seúl, por sus mejores platos y esos sabores tan particulares de la gastronomía coreana.
Fa Song Song
Esmeralda 993, Buenos Aires
Ubicada en pleno microcentro de la ciudad, Fa Song Song ha logrado a fuerza de sabores y platos auténticos ganarse muchos adeptos y una clientela fiel, amantes de una comida diferente.
Entre sus platos más pedidos están el Yonuchang, que es salmón fresco marinado con salsa de soja con distintas especias acompañado de cebolla colorada, lechuga capuchino y salsa de mayo-wasabi; Bibimmyeon, que son Fideos base de harina de sarraceno con kimchi picada, manzana verde, pepinos, nabos, con salsa gochuchang condimebtada y salsa agridulce. Es un plato frío con sabor agridulce picante con dulce; Teokbokki, cazuela de pasta de arroz con salsa base gochujang(pasta de aji coreana) con verdeo, fideo, umuk(pasta de pescado) y huevo cocido. Es picante; Gunmandu: dumpling coreana a la plancha. Relleno de carne con verduras; Gimbap: roll de arroz con carne bulgogui, pickle de nabo, pepino, espinaca, huevo, zanahoria armado con lámina de alga marina; Yachaetuigim: mix de verdura frita. Frita de Papa, batata, cebolla, verdeo, zanahoria con masa de harina con maizena. Acompana salsa soja agridulce para condimentar.
Y ahora que llego el frío a Buenos Aires, nada mejor que una Sopa de kimchi fermentada con panceta, cebolla, verdeo y trozo de tofu. Es picante pero muy rica.
Fa song Song cumple con su propuesta, comida coreana al paso rindiendo homenaje al street food coreano.
Na Num (나눔)
Roseti 177, Buenos Aires
En el barrio de la Chacarita se encuentra Na Num, restaurante de Lis Ra, cocinera argentina, de familia coreana, criada en Estados Unidos. Conquistó Buenos Aires a base de sabores y picantes. “Cuando defino la cocina de Na Num, digo que es coreana-argentina pero porque para mí la cocina argentina ya es un mezcla de influencias española, francesa, italiana, de la cocina criolla. De todos modos, no me cierro a ninguna cocina en particular; con tal de que la base sea coreana, se puede mezclar con lo que sea”, explica Lis.
En la zona de la Chacarita, próximo al histórico cementerio en el que descansan los restos del mítico cantante de tangos Carlos Gardel, hemos encontrado un restaurante que, siendo modesto, merece una visita. Na Num, que en coreano significa “compartir”, se presenta con un sencillo interior de línea actual dominado por una zona de barra que permite comer mientras vemos trabajar a los cocineros en directo (tienen un Kamado). Ceviche de mejillones con leche de tigre de kimchi, Tteokbokki picante con crema de queso, Saewoo (colas de langostinos con manteca, gochugaru, aroma de ajo y, en la base, una crema de tofu)… la propuesta, totalmente pensada para compartir, es contemporánea de base coreana, fusionando los productos argentinos y el recetario porteño con exóticos condimentos orientales. Los platos, con buenas texturas, colores muy vivos y apetecibles presentaciones, tienen buenos equilibrios de picante, pero si no lo aceptas bien es mejor preguntar. ¡Conviene reservar! – Guía Michelin 2024
Entre los platos más buscados están el Ceviche de mejillones con leche de tigre de kimchi; Tortilla de batata con alioli de wasabi, teriyaki & ensalada de hinojo con semillas de girasol + Gin Tonic de jazmín; Tteokbokki picante con crema de queso azul & mozzarella; Yukhoe: tartare de bola de lomo con ssamjang, manzana, kennip & quinoa frita; Gírgolas ahumadas con Kimchi asado y Puré de coliflor, pangrattato y Queso sardo y por último Tartare de lomo & kennip con emulsión de coco & lima, con Quinoa roja crocante, Manzana verde y Pickle de cebolla morada.
Na num (나눔) significa ‘compartir’ y el restaurante dignifica la fusión de culturas gastronómicas y el buen comer.
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