Escondido en una iglesia nórdica en el Barrio de San Telmo, el Club Sueco ofrece comidas tradicionales
En Buenos Aires confluyen las gastronomías más diversas del mundo. A través de sus colectividades, clubes, asociaciones y restaurantes uno puedo viajar a través de los sabores y platos tradicionales. Una de las perlas porteñas, es El Club Sueco, un restaurante de cocina escandinava que funciona dentro de una iglesia nórdica en el barrio de San Telmo. Abre los días miércoles a domingos al mediodía. Por la noche, viernes y sábados.
Club Sueco, fue fundado en 1898 por los inmigrantes que llegaron al Río de la Plata desde Escandinavia. Desde 2014 su sede funciona en la Iglesia Sueca. Allí se realizan las actividades culturales tales como Almuerzos mensuales, la fiesta de Midsommar, la fiesta de cangrejos, el Almuerzo Navideño y otros eventos: after office, cine, encuentros literarios y musicales.
El restaurante se encuentra en el interior de la Iglesia luterana, con las mesas distribuidas por el vestíbulo, un gran cuadro del puerto de Estocolmo para darle la bienvenida al comensal y depende el día un trío de cuerdas y piano para musicalizar la velada.
La cocina está a cargo de Martín Varela y Nancy Sittmann, “En el 2006 empezamos a sacar presupuestos y a buscar locales, pero la inversión estaba fuera de nuestro alcance y posibilidades económicas. Mientras tanto continuamos con los eventos de catering para particulares y cocinando para nuestros amigos. Un día nos enteramos de que el Club Sueco estaba buscando una nueva concesión para el restaurante y nos animamos a presentar nuestro proyecto. Queríamos que los platos tradicionales sean lo más suecos posibles y con el sabor de las abuelas. El foco estaría puesto en resaltar el producto y la nacionalidad.También sugerimos sumar opciones para el mediodía ya que la zona donde estaba ubicado tenía muchas oficinas. La propuesta les gustó y fuimos seleccionados”, contaron en una entrevista en La Nación.
Smörgåsbord en el Club Sueco
Smörgås” en sueco significa sándwich y “Bord” mesa. En Suecia en las reuniones familiares y festejos como cumpleaños o casamientos tienen la tradición de disfrutar del Smörgåsbord, un abundante buffet que combina a la perfección un sinfín de platos fríos, calientes y dulces. Martín Varela y Nancy Sittmann, chefs y amigos, lograron replicar esta experiencia de sabores clásicos, basada en parte en los ahumados y fermentados propios de la cocina escandinava.
La propuesta es un buffet abundante con muchas opciones, una más rica que la otra. Algunas de las especialidades que incluye son salmón ahumado, gravad lax (salmón marinado estilo nórdico), ensalada de langostinos y camarones, lacha en marinada tradicional (pescado equivalente al arenque), lacha a la crema o a la mostaza, huevos rellenos con caviar, ensalada de papas, cebolla, huevo y pepinos agridulces, janssons frestelse (papas a la crema con cebolla anchoas), köttbullar (albóndigas suecas) y kartofelpuffer (croquetas de papa), entre otros tantos platos.
Entre lo dulce, se destaca la Kladdkaka, una torta húmeda de cacao con sabor intenso. Además, el menú incluye crocante de manzana coronada con crema batida, los Kanelbuller (rollitos de canela) y la Ostkaka, una deliciosa torta de queso similar a una cheesecake. Los postres tienen la particularidad de ir rotando según la temporada. Y antes de coronar el almuerzo o cena una tradición es beber Glögg, vino caliente especiado. “Lo hacemos artesanalmente. Lo infusionamos con especias, entre ellas, canela, clavo de olor, pimienta negra y piel de naranja. Otro clásico de la casa es el aquavit, un aguardiente que preparamos con una receta casera”, expresa Varela.
Club Sueco, es un lugar ideal para descubrir la cultura escandinava en Buenos Aires, probar sus delicias y disfrutar del lugar en pleno barrio de San Telmo.
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