Una cocina que rinde tributo a la fama del lugar
Bar emblemático de la ciudad de Rosario, El Cairo ha sido inmortalizado por los cuentos de Roberto Fontanarrosa. El café fue inaugurado en 1943, y reinaugurado en 2004. Escape de bohemios e intelectuales, hogar de historias, amores, desamores, chicanas futbolísticas, negocios, sueños. Refugio de rosarinos, imán de turistas, fetiche del “negro” Fontanarrosa y su “mesa de los galanes”. Bar El Cairo es el corazón de Rosario.
El nacimiento oficial de Bar El Cairo es el año 1943 en la planta baja de una casona, cuna de artistas e intelectuales de la ciudad, la región y el país. Gran parte de su popularidad se lo debe al escritor rosarino Roberto Fontanarrosa y su libro “La mesa de los galanes”. La esquina de Sarmiento y Santa Fe, leyenda urbana por donde se lo mire, comenzó como un típico café, con mesas de billar, donde los hombres de la ciudad se juntaban para hablar de fútbol, política y mujeres. En los años 70, después de una remodelación, este lugar se transforma en el epicentro donde los jóvenes y intelectuales convierten al bar en su punto de encuentro. Las décadas del ’70 y ’80 marcaron una época de oro.
Como dijo el gran Negro Fontanarrosa “A mí no me va eso del nirvana o los jardines con minas tocando la flauta. A los dos días ya te queres cortar las pelotas. Al Cielo le pondría canchitas y un par de bares, porque en el bar estás en tu casa y a la vez estás balconeando la calle.”
El segundo nacimiento de Bar El Cairo
Las turbulencias económicas de la Argentina, llevaron al cierre del bar el 31 de diciembre de 2002. El 3 de Mayo de 2004, con nuevos dueños, un incendio hizo peligrar la reapertura del bar.
“El último día que estuvo abierto me prometí que lo iba a reabrir y no pasó mucho tiempo hasta que encontramos la vuelta para hacerlo”, comentó Mario D´Agostino a La Nación. Mario D’ Agostino junto con Eduardo Rubin, fueron los responsables de la reapertura.
Gracias a un intenso trabajo de reconstrucción de la mano de arquitectos, artistas y obreros, posibilitaron la recuperación de los 500 metros cuadrados originales, dándole a su fachada interna un estilo de la arquitectura colonial. Bar el Cairo, mezcla de bohemio y soñador, hoy, con sus puertas abiertas en su nueva etapa y como siempre, cumple con el rol de “Paso Obligado” para quienes visitan Rosario. Más de 250 cubiertos, multiespacio, living, barra de encuentros que se extiende hasta un camino que rememora una calle antigua, con llegada a un espacio cultural con biblioteca incluida y hasta un escenario, donde cada lunes se hacen presente artistas locales, nacionales e internacionales.
Una cocina con propuestas para todos los gustos
La carta impresiona por su variedad y cantidad de opciones para todos los paladares. Entre las entradas y guarniciones hay papas a caballo (con dos huevos fritos), tostón de salmón rosado horneado con queso blanco al verdeo, omelette de jamón y queso, tortilla de papas, bastones de muzzarella, nuggets de pollo, bombitas de espinaca y queso, cazuela de salchichas, rabas y empanadas criollas de carne.
Entre las especialidades el comensal puede pedir entrecot a la crema de queso azul con papas noissette, entrecot a la crema con papas bastón, merluza a la milanesa con papas, medallones de lenteja y puré de calabaza y entrecot a “la centu” (salteado de puerros, panceta crocante y champiñones). Como buen bodegón tradicional no pueden faltar minutas como suprema de ave con papas fritas, suprema napolitana, milanesa a caballo con papas fritas. También hay opciones como Ensaladas varias como Caesar (lechuga, queso parmesano, pollo, croutones), Egipto (rúcula, jamón crudo, parmesano y olivas negras), Frank (lechuga, rúcula, blanco de ave, champiñones, croutones y aderezo de albahaca). Para los amantes de la pasta, sorrentinos de rúcula y muzzarella, lasagna de verdura, carne, jamón y queso, ravioles de ricota y tallarines caseros con salsas fileto, manteca, bolognesa o crema. Tema aparte son las abundantes picadas como la Vermouth! (pincho de fiambre, queso tybo, oliva verde, jamón crudo, jamón cocido) acompañado con Cynar o Carpana Rosso, Tabla de rebozados (milanesas de ternera, suprema de pollo, rabas, traingulos de muzzarella y papas fritas con dip de barbacoa, Tabla Birrera (salame chacarero, queso tybo, olivas negras y verdes, mix salado).
Y si estas en Rosario, no podes dejar de pedir el famoso y tradicional Carlito, y en El Cairo podés encontrar Carlito especial (jamón, queso, morrones, aceitunas, huevo, ketchup), Braseado con papas bastón (ternera braseada con cebolla) y Triple Cairo (manteca, jamón crudo, queso parmesano, rúcula y olivas negras).
Para ir cerrando con lo dulce, hay postres como helados, flan con dulce de leche, ensaladas de frutas, mousse de chocolate, postre tres leches y tiramisú.
Espacio histórico y fundamental de la ciudad, renovado en su concepto arquitectónico, pero con la vigencia y el espíritu que lo mantuvo y mantiene como el bar emblemático de Rosario.
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