Una iniciativa busca regular una práctica habitual en los restaurantes argentinos. Cambios y aclaraciones del Gobierno.
La propina obligatoria se ha convertido en la tendencia de la semana, captando la atención de los medios y generando repercusiones en restaurantes, cafeterías y bodegones de todo el país.
En Argentina, la propina no es obligatoria pero habitualmente se deja un 10% del total de la cuenta como gratificación del servicio de los mozos. El proyecto que implosionó esta semana en los medios es del ministro de Desregulación y Transformación del Estado de la Nación, Federico Sturzenegger, que ha preparado un decreto que formaliza la inclusión de la propina en las facturas de bares y restaurantes. Con esta medida, el Gobierno nacional busca implementar una propina obligatoria con el objetivo de “mejorar los salarios” de los mozos.
Esta iniciativa permitirá que las propinas se realicen a través de medios digitales, ya que una gran parte de los pagos de los clientes se efectúan mediante transferencias, tarjetas o códigos QR. Aunque la práctica de dejar propina es una costumbre, actualmente está prohibida. El Gobierno nacional quiere regularla para que se convierta en una práctica formal y común.
El decreto, elaborado por el área a cargo de Sturzenegger, habilitará la inclusión de la propina en los tickets de pago. Aunque el tema no está especificado en el listado de 27 funciones particulares del Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, la necesidad de abordar este asunto ha ganado importancia en los últimos meses.
El ministro aclaró en la red X “La propina seguirá siendo voluntaria, de ninguna manera será obligatoria. En definitiva, el único cambio es que podrá sumarse al ticket. Tampoco será parte del salario, por lo que no generará ninguna contingencia laboral a los empresarios del sector”.
El reclamo de formalizar la propina es un pedido histórico de los trabajadores gastronómicos. Sin embargo, en los últimos meses, la disminución de este ingreso ha sido notable debido a la creciente inflación y al aumento en el uso de tarjetas de crédito y billeteras virtuales por parte de los consumidores. La implementación de esta medida busca garantizar un ingreso adicional para los empleados del sector gastronómico, quienes dependen en gran medida de las propinas para complementar sus salarios.
¿Qué cambiaría ahora? Aunque aún no es oficial, el decreto eliminaría la ambigüedad establecida por uno de los cuatro convenios colectivos de trabajo del sector hotelero-gastronómico, que prohibió expresamente la propina. Históricamente, los trabajadores gastronómicos recibían propinas y también un laudo, un beneficio que fue eliminado por la dictadura militar en noviembre de 1981.
En su momento, Luis Barrionuevo titular del Gremio de gastronómicos había sugerido que la propina obligatoria debería representar un porcentaje del total de la cuenta, proponiendo cifras que oscilan entre el 14% y el 18%, dependiendo del nivel y categoría del establecimiento.
La propuesta ya se aplica en diversas partes del mundo. En Argentina, la implementación de esta medida busca replicar esos beneficios y adaptarse a un estándar internacional que promueve la equidad y la justicia laboral en el sector gastronómico, indicaron.
En las próximas semanas habrá más novedades con una iniciativa que tendrá impacto en el sector gastronómico.
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